Por el twitter también

Apr 11, 2012

Si no vas a la iglesia, la iglesia va a ti

Domingo pasado. Inicio como de costumbre mi adaptación al plan de ejercicios. Hoy toca lejos. Nadie llamó ayer para ofertar una salida en bicicleta, así que solo solito solitario se planteaba la hoja de ruta.
Me había comentado Javier (Robocop) que ir al Pielago por Hinojosa de san Vicente me haría pensar en mis reales condiciones físicas. Así que me lancé en esta aventura de mas de 60 km con la firme idea de probarme y quemar calorías acumuladas de la semana. El camino asfaltado hasta Hinojosa no te dice nada llamativo de lo que vas a experimentar. Te lo dicen los paisanos de allí. Desde el km 0. Pero bueno como se trataba de una prueba personal tampoco iba a quebrarme los huesos.
Vaya si tenían razón.
En pocas palabras: una subida interminable. Mas si lo haces solo. Un paisaje espectacular. Digno de ser disfrutado en compañía. Mucha vegetación y fauna salvaje. Como no iba cronometrando el disfrute fue mayor. Al mismo tiempo estas cosas de ir haciendo ejercicio te ayudan mucho a meditar. Vas pensando en las reflexiones de la vida. Lo bueno y lo malo de tus cosas cotidianas. Un resumen de la semana. Un resumen del año. Tu vida en 10 minutos reflexionando.
Dios, domingo de resurrección, Sta. Teresita del niño Jesús, que hace años que no me confieso. Coño que subida hija de puta!!!!
Me desinflo faltado poco para llegar al Pielago y luego de un breve descanso al fin la culmino no sin antes presenciar el encuentro nunca esperado.
Como si nada estaba un cura leyendo la Biblia apoyado sobre su automóvil ... Me he quedado de piedra. Y allí mismo empecé un dialogo fructífero con alguien que jamás me hubiese esperado allí, en el Pielago, en la cima del cielo, bajo la música de los pájaros y la brisa fresca. Aprovechamos y rezamos un padre nuestro y luego no dejaba de comentarle a Jesus Manuel que es como se llama el cura el asombro del que no salía. El también reía emocionado. Yo como lloriqueando, y entre sollozos me pude al fin confesar luego de casi 8 años.
Confieso que confesarse da gusto. Te quita un gran peso de encima. Pero la satisfacción es mayúscula cuando te enteras que la mitad de tus preocupaciones se van desvaneciendo. Lo digo y lo escribo: este fue un encuentro cercano del tercer tipo como la pelicula de Spielberg. Fantástico. Y la bajada desde el Pielago sublime.
No se que mas decir. Fue sencillamente lo mejor que me ha pasado en años. Me hacia falta tanto el ejercicio como este encuentro. Tan mágico me pareció que llegué a dudar de que el encuentro fuese real. De bajada miré varias veces su coche. Para colmo hasta las gracias me dio por el encuentro. Imaginate!?!?! Si yo era el desesperado!!!!!
Estas son las cosas de Dios. Aparecen cuando menos te las esperas. Que regalo! Qué dicha vivida y experimentada!!!
Qué domingo de resurrección!!!